viernes, 30 de diciembre de 2011

¡A la mierda el 2011! Una forma como cualquier otra de echar la vista atrás.

Después de meses sin publicar en el blog, va y resulta que me destapo con algo tan original como es un resumen del año justo el día en que se acaba. ¡Pues sí! Y añado: ¿Y qué, pasa algo? Al fin y al cabo, cada uno es libre de hacer lo que le dé la gana siempre y cuando no toque demasiado los huevos a los demás, no? (Menos cuándo se trata de tocar los huevos a los demás, entonces la segunda parte de la oración anterior no se aplica).

Resumir el año es un ejercicio interesante. Al menos para mí. Recuerdo principalmente cosas buenas. Malas pocas. Y tengo la certeza de que en el momento que acabe de escribir me acordaré de todo lo demás, así que me reservo el derecho a hacer una segunda parte una vez empezado el año. Y, además, de la crisis haremos como con las almorranas. Se sufre pero no se habla. Avisados quedáis.